La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) enfrenta una prolongada sequía en la llegada de nuevas empresas al mercado accionario mexicano, lo que ha llevado a una migración significativa de empresas nacionales hacia los mercados accionarios de Estados Unidos. Este fenómeno, que se ha intensificado en los últimos años, se prevé que continúe hasta 2025, acumulando así ocho años de escasez en las ofertas públicas iniciales (IPO) en México.
La migración de empresas hacia Estados Unidos se ha evidenciado con casos como las Tiendas 3B, Betterware y Aeroméxico, que han optado por cotizar en bolsas estadounidenses como el Nasdaq y el New York Stock Exchange (NYSE), atrayendo significativos montos de inversión.
Expertos atribuyen esta tendencia a la percepción de una mayor liquidez y número de inversionistas en los mercados estadounidenses, así como a la falta de profundidad y liquidez en el mercado accionario mexicano. A pesar de las reformas a la Ley del Mercado de Valores y la existencia de dos bolsas en el país, el problema estructural persiste.
Según analistas, las empresas tienden a buscar la colocación en bolsa cuando el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) está en máximos históricos, pero en años electorales, la cautela es mayor debido a la incertidumbre económica y política. Se espera que para 2025 algunas empresas tengan mayor claridad sobre la dirección económica del país y opten por levantar capital a través del mercado bursátil.
En este contexto, la aprobación de la Ley del Mercado de Valores con las colocaciones simplificadas se vislumbra como una esperanza para revitalizar el mercado de capitales mexicano, que busca recuperarse de los efectos de la pandemia de COVID-19 y enfrenta desafíos como escándalos, quiebras y falta de confianza de los inversionistas.