Rajshan Banietemad y su hija Baran Kowsari enfrentan cargos tras aparecer sin hijab en público
El miércoles, el poder judicial iraní acusó formalmente a la destacada directora Rajshan Banietemad y a su hija, la actriz Baran Kowsari, por la violación de la ley del velo en Irán. Según el anuncio del órgano de prensa del poder judicial, Mizan Online, ambas mujeres fueron inculpadas después de que se les viera sin el hijab obligatorio en un evento público.
La ley que exige a las mujeres cubrirse el cabello en lugares públicos ha sido parte fundamental de la normativa en Irán desde la Revolución Islámica de 1979. Esta legislación se aplica a todas las mujeres, incluyendo a las extranjeras que visitan el país, y ha sido objeto de debate tanto a nivel nacional como internacional.
Rajshan Banietemad, de 70 años, es una figura prominente en el cine iraní, reconocida por su trabajo en el festival de cine Fajr de Teherán, el más prestigioso del país. Su hija, Baran Kowsari, de 38 años, es una actriz galardonada que recibió el premio a la mejor actriz en el festival Fajr en 2015.
El incidente que provocó las acusaciones ocurrió el martes, cuando fotos de Banietemad y Kowsari posando sin hijab en un evento cinematográfico en Teherán se difundieron rápidamente en las redes sociales. Las imágenes generaron una ola de controversia y atención mediática, reflejando la creciente tensión en torno a las leyes de vestimenta en Irán.
El caso ha resaltado las tensiones existentes en la sociedad iraní sobre la aplicación de las leyes de vestimenta y la libertad de expresión. Mientras que algunos sectores de la población apoyan las restricciones como una parte esencial de la identidad nacional y religiosa, otros defienden una mayor libertad personal en cuanto a la elección del vestuario.
Las autoridades iraníes han respondido a la controversia con una aplicación estricta de las leyes, utilizando casos de figuras públicas para enviar un mensaje sobre el cumplimiento de las normas. El proceso judicial contra Banietemad y Kowsari se lleva a cabo en un contexto de creciente escrutinio internacional sobre los derechos humanos y las libertades civiles en Irán.
Este episodio también pone de relieve la continua lucha entre las normas tradicionales y las presiones modernizadoras dentro de la República Islámica de Irán. Las reacciones tanto dentro como fuera del país seguirán de cerca el desarrollo del caso y su impacto en el ámbito cultural y social iraní.