Lluvias intensas en Torreón, Viesca y Matamoros causan severas inundaciones y daños; emergencias activadas y evaluación de pérdidas en curso
Las intensas lluvias que azotaron los municipios de Torreón, Viesca y Matamoros en Coahuila han dejado una estela de destrucción, con vialidades inundadas, bardas y árboles derribados, así como viviendas y vehículos dañados. En Torreón, el alcalde Román Alberto Cepeda informó que en los últimos tres días se registró el 72% de las precipitaciones pluviales correspondientes a todo un año.
En respuesta a la emergencia, las autoridades locales y estatales, junto con mandos militares, activaron los planes DN-III-E y GN-A para brindar apoyo a los afectados. Se emitió una declaratoria parcial de emergencia para la zona sur de Torreón debido a deslaves, aumento en los niveles de ríos y arroyos, y desbordamientos.
Tres albergues han sido habilitados y alrededor de 400 elementos de diversos niveles de gobierno están trabajando en las tareas de auxilio. Las fuertes lluvias provocaron el desbordamiento de la represa del ejido Boquilla de las Perlas en Viesca, inundando más de 20 viviendas y dejando las calles con agua hasta medio metro de altura. Una residente afectada comentó que el agua arrastró muebles, electrodomésticos y otros bienes, dejando a la comunidad en estado crítico.
La represa, ubicada a cuatro kilómetros del ejido Boquilla de las Perlas, donde viven unas 1,200 personas, ha causado también la suspensión de clases en las escuelas primarias, secundarias y preparatorias hasta que se puedan reparar los daños en los planteles.
Aunque las lluvias han disminuido en la región Lagunera, que abarca seis municipios de Coahuila y 15 de Durango, aún no se ha completado la evaluación de los daños. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía reporta que Torreón, con un clima semiseco templado, suele recibir cerca de 500 litros de agua por metro cuadrado anualmente; las recientes lluvias han aportado aproximadamente 360 litros por metro cuadrado.
En Chihuahua, la temporada de lluvias ha cobrado la vida de cinco personas, incluyendo a un hombre no identificado encontrado en la capital del estado. El cadáver, arrastrado por una corriente de agua, fue localizado en un arroyo entre la Facultad de Ciencias de la Cultura Física y el Estadio Olímpico de la Universidad Autónoma del Estado. La necropsia reveló que la causa de muerte fue asfixia por sumersión. Se presume que la víctima podría haber sido un indigente o migrante.